Hacía década y pico que había ido a mi primer Salón en Barcelona. Ver que está camino de la trigésima edición me hizo sentirme un poco viejo y casi fuera de lugar, sobretodo por la ingente cantidad de jóvenes ataviados, en su inmensa mayoría, con ridículos disfraces de sus personajes de manga favoritos. Me perdonarán pero encuentro vergonzoso y absurdo pegarte todo el santo día vestido como un Pokemon o acarrear un espadón, de cartón, sí, pero incómodo y pesado.

El sábado nos fuimos al Salón mi amigo Gustavo y yo, a pasárnoslo bien, conseguir alguna firma o algún dibujo, algún cómic pendiente o alguna chorradilla de merchandising pero sin perder tiempo en colas ni dejarnos el sueldo. Buscábamos básicamente disfrutar como en los viejos tiempos, y vaya si lo conseguimos.

Exposiciones, stands por doquier, rebuscar entre cajas en busca de algo interesante, poner cara a amigos virtuales (ese Conner!!), charlar con algún autor, conseguir algún original... de todo un poco.

La primera firma que obtuve fue de JM Ken Niimura al que admiro desde Soy una Matagigantes. Había sacado un libro de ilustraciones (este tipo de libros me encantan) y como sólo había una persona en la cola me animé. Me dibujó un pingüino cabreado, la mascota de un personaje suyo y que aparece en el libro, de lo más cachondo. Muy amable el autor, que incluso me regaló un mini-comic muy curioso.

También conseguimos firma de Gene Ha antes de irnos a comer a un McDonalds para recuperar las calorías que habíamos perdido toda la mañana de un lado para otro.

Por la tarde, firma de Andy Diggle, un par de sketches de Pere Pérez y un original, que los tenía muy bien de precio y este chico en un par de años será de los grandes.

Pero lo mejor estaba aún por llegar.

Dentro de un par de semanas es el cumpleaños de Gustavo. Lleva tiempo pensándose ésto de caer en la tentación de coleccionar originales pero no se decide, sobretodo porque busca cosas muy concretas y de autores no precisamente asequibles (Byrne, George Pérez, Alan Davis...). Uno de sus personajes favoritos es Flash, y una de sus etapas favoritas es la de Waid y Oscar Jimenez, y sabía de buena tinta que un original de Flash de Oscar Jiménez era uno de sus objetivos. Así que nada, como había conocido a Oscar hacía unos meses me puse en contacto con él y quedé en encargarle una revisión de la portada del número 101 de Flash que había dibujado él mismo hacía unos cuantos años, como regalo para su cumple. Aquí podéis ver la original y la nueva versión, creo que la evolución como dibujante es sencillamente brutal.


Conseguí engañar a Gustavo todo el día, diciéndole que igual quedaba por la tarde con un amigo (no sabía si a Oscar le daría tiempo a terminarlo y venir al Salón) y cuando finalmente pudo venir, no os podéis imaginar la sorpresa que se llevó Gustavo, no sólo por conocer a un autor que admiraba desde hacía años (se creía que conocerlo era la sorpresa y yo Isabel Gemio... jeje!) sino por el pedazo dibujo que le había hecho y que le he regalado por su cumpleaños. Creo que se le cayeron los huevos al suelo (a mí también, el dibujo es espectacular y espero poder encargarle un dibujillo para mí al amigo Oscar algún día).

Tres horas después aún le duraba el subidón a Gustavo, y a mí también, qué narices. Hacer un regalo que sabes que va a emocionar es indescriptible y satisfactorio, y me sentía igual de emocionado que él. Y es un amigo que se lo merece porque ha estado ahí siempre. Disfrútalo, lebrel ;)

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Etiquetas: Autor: Dani Serrano