El Asombroso Hombre Lobo, de Robert Kirkman

La última obra de Kirkman publicada en España es esta revisión del mito de terror clásico que es el Hombre Lobo, convirtiéndolo en un superhéroe que patrulla la ciudad de noche con un misterioso mentor que curiosamente es un vampiro (como no había tenido suficiente de hombres lobo y vampiros tras la saga de Crepúsculo...).

La historia comienza con el protagonista del cómic, un ejemplar padre de familia e importante hombre de negocios, mordido en un picnic en el bosque con su familia por un hombre lobo. Tras un tiempo en el hospital, desarrolla su "habilidad", la posibilidad de convertirse en un hombre lobo cuando sale la luna. Kirkman, con su habitual sencillez, representa la repercusión de dicho nuevo status en su familia y en sus negocios, así como las dificultades que le causan sus transformaciones. El personaje conocerá a una especie de mentor/entrenador que le enseñará a controlarse y a sacar más partido de su fuerza y capacidades.

Con los diálogos naturales de siempre, un buen ritmo narrativo, los momentos cómicos habituales, giros inesperados y con interesantes cliffhangers, crea un tebeo sin más pretensiones que las de disfrutar con la lectura. Quizá sea su obra menos redonda o llamativa tras Invencible o Los Muertos Vivientes pero sí que merece la pena para pasar un buen rato entretenido y que te engancha lo suficiente para terminar este primer tomo y desesperarte hasta que aparezca el siguiente.

A los lápices está Jason Howard, con un estilo sencillito, a lo "cartoon" que resulta agradable y, como siempre sucede con Kirkman, parece ser el dibujante perfecto para la serie. Y ojo, que aunque sea cartoon no por ello es infantil, que anda que no hay sangre y vísceras en el tebeo...

Además, como viene siendo habitual en los tomos que recopilan la obra de Kirkman, al final del mismo podemos disfrutar de unos extras: bocetos, diseños, comentarios... que personalmente me encantan.

En resumen, un tebeo recomendable tanto para fans de Kirkman como para neófitos, o por lo menos ésa ha sido mi impresión.